“Neurociencias, tecnologías disruptivas y tribunales digitales” de Daniel Pastor y Martín Haissiner
No son frecuentes las reflexiones sobre la fusión del derecho, las neurociencias y la inteligencia artificial, sobre todo porque es un tema en estado embrionario que provoca distintas reacciones: temido por algunos, odiado por otros, visto con optimismo a veces y estudiado en profundidad en pocas ocasiones. Quienes se atreven a enfrentar las grandes transformaciones que se dan de manera constante, e intentan crear una estructura teórica que les dé un marco, permitirán —quizás y eventualmente— la previsión de nuevos cambios, preparase para estos y ayudar a que se desarrollen de la manera más cómoda y respetuosa de los derechos humanos. Crear doctrina, en este sentido, es una tarea necesaria para no dejar al arbitrio del tiempo o inercia temas importantes que afectan tan de cerca a los seres humanos